lunes, 4 de enero de 2010

calvo



Los latinos empleaban el adjetivo calvus, -a, -um para calificar a los hombres que habían perdido el pelo de la cabeza. La palabra pasó al francés como chauve, pero el sustantivo correspondiente se mantuvo en esa lengua más fiel al latín: calvitie.

El adjetivo obtuvo su mayor fama en el siglo IX, en el reinado de Carlos II de Francia, hijo de Luis el Piadoso conocido en castellano com Carlos el Calvo (en francés, Charles le Chauve).

El nombre de la religión calvinista tiene el mismo origen, puesto que se forma a partir de la latinización del nombre del teólogo Jean Chauvin (también Caulvin, 1509.1564), apellido derivado del nombre propio latino Calvinus, que proviene del adjetivo calvus.

Esta palabra latina era muy antigua: los romanos la habían heredado del indoeuropeo klawo-, de donde se derivaron también calavera y Calvario. 

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